miércoles, 13 de abril de 2016

Personas en papel

Viendo fotos de tiempos pasados te das cuenta.

Ahí, junto a ti, personas a las que querías, más o menos, pero que querías y a las que les guardas buenos sentimientos. 
Personas que ves junto a ti y que te preguntas qué se te pasaba por la cabeza para tenerlo en tu vida.
Te entra melancolía porque ves que algunos, o muchos, han ido desviándose de tu camino buscando un camino nuevo con otras personas o con gente.
Y te da pena. Te entristece quque te dejara a ti, persona, atrás por gente. Por algo que sabes que no le llena o que no es su sitio. 
Sin embargo, cada uno decide con qué compañeros decide jugar el partido de su vida.
Ves cómo personas que no estaba antes están ahora. 
Personas que no conocías.
Personas que creías gente.
Personas que simplemente no tenían que llegar antes.
Porque si hay algo cierto es que las personas llegan a nuestras vidas cuando tienen que llegar.
Ves como siguen muchos contigo.
Y esas fotos las miras con más detenimiento, con más ternura, incluso con más mimo.
Las miras examinando todos los rasgos de esa persona para ver cómo el tiempo, a pesar de cambiaros, sigue manteniéndoos juntos. 
Observas cómo habéis superado situaciones difíciles juntos y recuerdas todos esos pequeños momentos que aún ahora te sacan sonrisas.
Sin apartar la mirada, agradeces a lo que sea en lo que creas que sigas teniendo a esas personas contigo y cierras los ojos para deleitarte con momentos bonitos de vuestra historia común.

Así comprendes que la vida es un río. Un río lleno de afluentes por el que entran y salen personas. 
Comprendes que la vida hay que vivirla así, como va viniendo.

Y que, al fin y al cabo, TODOS 
acabamos siendo personas en papel 
para otras personas.

miércoles, 6 de abril de 2016

El caos es mío


Hay algo que me sigue atravesando el corazón cada vez que veo una foto tuya.
Todavía se me va la vida cuando recuerdo el sonido de tu sonrisa.
Continúa existiendo ese dolor agudo en el estómago cuando huele a ti en algún lado.
Sigo quedándome paralizada cuando, por error, sale un audio en el que cantas. 
Mi corazón sigue esperándote, aunque no quiere reconocerlo.


Mientras, mi mente le reprocha su espera cuando hay más cosas y personas de las que pueden ocuparse.
Mis manos siguen sin querer parar de escribir, aunque lo que escriban no me guste.
Mis ojos siguen sin querer verte de nuevo porque aún te guardan rencor.
Sin embargo, mis oídos me piden a diario volver a oír tu risa, a sabiendas de que no es posible.
Mis pies siguen perdiéndose, voluntariamente, porque te echan de menos, echan de menos ir junto a los tuyos.
Mi pelo sigue llorando la pérdida de todo lo que me corté por tu marcha.
Y yo sigo sumida en un caos, que, me guste más o menos, es mío y que, en un momento u otro, llegará la calma.

miércoles, 30 de marzo de 2016

Continúa la barbarie

El mundo está conmocionado.
Hace unos meses, en París, el país vecino, unos radicales locos (porque no tienen otro nombre) se dedicaron a quitar vidas por todo París. 
La siguiente semana fue una locura, policías buscando por todos los rincones a los posibles locos que no se habían matado aún. 
Francia se declara en estado de emergencia y saca el ejército a las calles.
Bélgica se declara estado de emergencia y hace lo mismo.
España, en plena campaña electoral, sube la alerta a nivel 4 de peligrosidad. 
A la semana siguiente, media Europa, Estados Unidos y Rusia, se unen a Francia para el contraataque. 
Pero no nos damos cuenta.
Allí, también caen inocentes. También mueren niños, mueren padres y madres.


Hoy, una vez más continúa la barbarie.
Hoy, ha sido en Bruselas la que ha sufrido dos ataques terroristas. 
Se puede agradecer que hoy la suerte ha sido otra y no ha llegado a causar tanta desgracia, pero ha podido hacerlo.
Todo esto ocurre simultáneamente a unas elecciones en las que uno de los países más poderosos del mundo tiene como cabeza de uno de los partidos más importantes a un magnate asqueroso, xenofobo y racista con el que nadie en este mundo estaría a salvo si gobernase.
Lo bueno que tiene mi pasión la historia es la capacidad que te da ésta para ver dónde se están volviendo a cometer los mismos fallos. Y esto, cada vez más está tomando características de guerra, lo malo es que ahora no se pelea con espadas sino con armas nucleares y biológicas.
Y el mundo, ahora mismo, tiene miedo.
Pero no a los locos, sino a los dirigentes poderosos, a los que llamamos las potencias mundiales, porque son ellos los que poseen las armas para que ocurran las desgracias.

sábado, 19 de marzo de 2016

Inevitablemente necesario

Este Marzo, a diferencia de otros, me parece mucho más triste.

Este día de Marzo, en el que se felicitan a los padres y "José" de nuestras familias y nuestras vidas, para mí es un castigo.

Un ángel me falta en la tierra hoy.
Hoy no os voy a hablar de otra cosa que no sea la falta que me hace hoy mi ángel. Mi ángel, mi abuelo, el que fue padre de mi madre y el mío, emocionalmente. Hace ya meses que se fue, pero yo sigo sin asimilar la pérdida, ¿cómo hacerlo? 

Hoy era inevitablemente necesario que os hablara de esto. Pues no sólo Marzo será triste, Abril también lo será, así como Mayo y hasta llegar a Diciembre. Hoy, me hubiera encantado poder ir, como de costumbre, a su casa a darle un beso, a sacarle un par de sonrisas... en definitiva, a disfrutar de él y su compañía que no era poco.

Hoy, y desde Octubre, todo es un poco más triste, más gris.
Hoy, y desde Octubre, no hay un Martes que me guste.
Hoy, y desde Octubre, te sigo echando de menos

miércoles, 24 de febrero de 2016

Diógenes Sentimental

Anoche, mientras bailaba en un antro, como siempre he hecho, te vi.

Pero no eras tú, sino tu recuerdo.
Por un momento, quise volver a sentir cómo nos fundíamos en un mismo son.
Recordé esa manera tan peculiar que tenías de agarrarme la cintura para que la armonía reinara en nuestros pasos.

Pero, después, me pasó que oí tu voz en mi mente.
Oí la melodía de tus palabras sonar de nuevo en mi mente. 
Pero las palabras que me gustaba oír, las de amor.
No las palabras de reproches o de mentira que no me gustaban recibir.

Mientras paseaba por la calle, te olí, olí tu aroma a mi alrededor.
Recordé cómo ejercía un poder hipnótico en mí.
En ese momento te busque es mis alrededores, pero no era más que otra persona que trataba de suplantar tu olor.

También me pasa que no puedo pasar por ciertos lugares.
Ya que en ellos, me inundan recuerdos que están en mi mentey no deben salir de sus sitios.
De hecho, me arrinconan y no hay escapatoria.

Y, así, una larga cadena que me lleva a almacenar cientos de sensaciones, recuerdos, experiencias que ya, al fin y al cabo, no me llevan a ningún lugar. 
Cientos de cajas de recuerdos y pensamientos que me han hecho crear una especie de diógenes emocional de la que no soy capaz de salir.

Espero no quedarme atrapada dentro de esta maraña 
y que alguien me saque de aquí, pronto.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Sin título

Nunca nada me supo tanto a zumo de limón.

Nunca estar en mi sitio me resultó tan desagradable.
Nunca estar en familia hizo tantas llagas.
Al principio, pensé, sería cuestión de unos días negros.
Los días negros se convirtieron en semanas negras.
Pero las semanas llegaron a ser meses.
Cuando la pérdida es de tu propia sangre, no se mira con los mismos ojos.
Cuando lo que se te va es un trozo tan grande de tu vida, no existe solución.
¿Sabéis
Creía, verdaderamente, que nunca me pasaría.
Que simplemente no me llegaría a mí tal momento.
De repente, la vida va y te quita un muro de carga.
Y el edificio se derrumba por completo en efecto dominó.
Cada vez cuesta más trabajo recomponer el edificio.
Cada vez hay menos apoyos sobre los que levantar el techo.
Cada vez flaquean más las fuerzas.
Quiero pensar que, en cualquier momento, el negro pasará a ser, simplemente, oscuro.
Que poco después del oscuro, pasará al gris.
Y, una vez pasado por el gris, llegaá el color y la luz.
El problema está en que por dentro, está negro pero, por fuera, parece que hay color.
La cosa es que yo sonrío porque, en estos casos, llorar es lo más fácil.
Y a mí me gustan los retos

miércoles, 10 de febrero de 2016

Destruye las salidas

Cariño, te dije que nunca te dejaría irte de mi vida.

Te dije que nunca te dejaría escapar de mí.
Que te retendría siempre a mi lado.
Mas, te empeñas en ser escurridizo como una lágrima por una mejilla; como una estrella fugaz en la linea del horizonte.
Te empeñas en estar en búsqueda y captura. 
Sin embargo, no te das cuenta, amor.
No notas como yo ya me he cansado de ir tras tu rastro, a buscarte.
Resulta que me he cansado de tu juego de huidizo y de hacerme la encontradiza para que tú sigas encontrándote a mi lado.
Y es cierto que te dije que nunca te dejaría ir, y yo no soy de mentir. 
Por ello, rectifico y te digo ahora que si quieres tu libertad, la tienes.
Pero, también, que si quieres quemar todos mis puentes de salida y quedarte dentro para siempre puedes hacerlo.
Que si quieres, puedes hacer volar todas las salidas de mi fortaleza.
Que puedes destrozar todo lo que pudiera hacerte querer irte fuera de aquí.
Aunque también puedes irte y destrozarlo todo a tu paso.
Así que...
Hagas lo que hagas.
Dentro o fuera.
Destruye todas las salidas posibles a tu paso.
Pues si te vas, tampoco quiero que vuelvas.
Está todo preparado...
La decisión está en ti.

miércoles, 27 de enero de 2016

tratado de paz

Me sorprendí a mi misma mirando tus fotos, 
otra vez, 
mientras me preguntaba, 
una vez más, 
qué había causado esto.

Como siempre, olvidaba que ya no hay motivo.
Me paro a pensar

Y maldigo a todas las divinidades de todas las religiones y a todas las cosas en las que se creen porque no sé cuál de ellas te ha alejado de mí. 

Después reflexiono 

Y llego a la conclusión de que ninguna divinidad me habría hecho esto, tampoco a ti.

No, esto no podía ser un castigo divino.

Estas cosas suelen ser terrenales, de los peores habitantes de la tierra, sí humanos.
Los humanos somos capaces de cualquier cosa, somoa ambiciosos, competitivos, avaros...

¿Quién mejor para estropear algo que una persona?
Nadie
Pero pienso y me pregunti a mí misma:

¿A quién he hecho tanto daño como te para que lo devuelva así? 
¿Qué motivo tendría para hacer algo así? 
¿Qué ganaba esa persona?  
Y así, mil preguntas más a las que no puedo responder nada...
Pero, la verdad es que ya no llegaré a ninguna parte con esta guerra, pase lo que pase.
Se ha acabado la guerra contra mi misma. En el informe dice que hay varias zonas devastadas por la guerra.
Pero en los informes consta que se van arreglando de manera óptima. 

Queda firmada la paz, conmigo misma.

miércoles, 20 de enero de 2016

Constantly in change


Hoy vengo a hablarte de nuevo.


Me asombro al ver cómo ha pasado el tiempo por ambos.

¿Sabes?


 Ya no te veo en tus fotos, no te reconozco.


Eres otra persona, totalmente diferente a la que yo conocía.
La gracia es que miro en mis fotos y tampoco soy la de antes, para nada.
Miro las primeras fotos y, al lado de las últimas, tampoco tienen nada que ver.

Pero, claro, la explicación está en que cuando una persona está en tu entorno, no ves el cambio sino que lo vives.
Por lo que no parece cambio, sino evolución.

Esto va por fases. Es sencillo.
¿Sabes qué pasa?
Fácil, simplemente somos seres en constante cambio.

¿Qué otra cosa podemos esperar de seres hechos, en su mayor parte, de agua?


La vida, nuestras vidas, es un tren de alta velocidad en marcha.

En algunas fases quería que volvieras.

Quería la oportunidad de volver a tenerte de frente.
Quería que retrocediera el tiempo.

Quería cualquier opción que te trajese a mi lado.


Sin darme cuenta de que el tren no espera a nadie, llega a la parada y si no hay nadie sigue su camino, sin más dilación.

Y de todas las fases posibles, ya esto no tiene solución.
Esto ya está en fase terminal, está muriendo, le quedan 3 telediarios. 
Y sé que me da igual volver a tenerte de frente, porque la persona que yo quería junto a mí ya no existe.

La persona que te quería a su lado, parecía yo, pero ya tampoco existe.
Todo ha quedado reducido a simples delirios que vagan por mi mente.
Delirios que padezco cuando la tristeza se apodera de mí.


Así que, el diagnóstico es claro, señores:

Está condenado a la extinción.

miércoles, 13 de enero de 2016

Amigos ~ Familia

Hay días y días... 
Y he notado que nada es del todo bueno o malo, recientemente. 
Me he percatado de que aunque sea un día bueno, siempre va a tener su tono de amargo.
Pues, siempre hay un pero.
La situación agrava cuando encima extrañas a personas, cuando echas en falta a personas.
Y es que hay días que están hechos para ser compartidos no sólo con la familia que te ha tocado, también con la que eliges.
Son elecciones que vas llevando a cabo durante toda tu vida.
Son elecciones difíciles. Pues, un amigo, uno de verdad, no es fácil de encontrar.
Los amigos son personas a las que confías tu vida y tu alma.
Lo hacemos con la única esperanza de que quieran y sepan cuidarlas y valorarlas como suyas.
No es fácil encontrar amigos que lo hagan de verdad.
Buscas y vas topando con más gente que personas.
Buscas y sufres traiciones, deslealtades y ves como pisotean todo lo que les confiaste erróneamente.
Pero acabas encontrando a los tuyos.
A tus verdaderos amigos.
A los que no cambiarías por nada.                     
A los que quieres en todo momento a tu lado.
A los que te duelen como si fueran realmente tu sangre
Porque si algo no podemos negar es que los amigos, son familia.

La familia que elegimos.