miércoles, 17 de agosto de 2016

Me niego


Me niego.

Me niego a ser un fantasma de tu pasado.
Me niego a que seas un fantasma de mi pasado.
Me niego a que me hagas cenizas.
Me niego a que no quieras que sea más 

que una foto de una red social de hace trillones de semanas.
Me niego a que me reduzcas a un mal recuerdo.
Me niego a la injusticia de esta historia.
Me niego a asimilar que no vayas a seguir salvando mi vida.
Me niego a ser un bache en tu camino.
Me niego a que jamás se cumplan los planes de futuro que un día hicimos.
Me niego a que me veas y ni me mires.
Me niego a que me veas y no me sonrías como siempre.
Me niego a que un día ni me reconozcas.
Me niego a prescindir de tu compañía.



Me niego.
Me niego a que te olvides de mí.

miércoles, 3 de agosto de 2016

Hay personas y personas

Hay personas y personas...


Hay personas que llegan de repente para salvarte la vida.

Hay personas que llegan para convertirse en familia. 
Hay personas que llegan a tiempo para sanarte el alma,
                                                recomponer tu corazón 
y sellar las últimas heridas,               
tras la guerra.
Hay personas que llegan para diseñar, junto a ti, un nuevo plan de vida.
Hay personas que llegan,
hechan el ancla a tu corazón y permanecen ahí, 
                                                                                       quietecitos, 
con el vaivén de tus latidos.
Hay gente que se hace pasar por personas y que, cuando las descubres, te decepcionan.
Hay personas frágiles que llegan a ti para que les cubras con tus brazos de acero.
Hay personas que te cubren con sus brazos de acero cuando tú más lo necesitas.



Hay personas tan maravillosas... 
que no entiendo por qué se empeñan en buscar a gente que les dañe.


Es tan maravilloso ser persona 
que no entiendo quién 
prefiere ser gente.

miércoles, 27 de julio de 2016

Posibles efectos secundarios si consume amor y soluciones posibles.

Todo en esta vida tiene un lado reversible. Ese es el caso del amor.

El amor debe cocerse en un recipiente, en el que no quepan más de dos porciones, a fuego lento. Se necesita añadir a su debido tiempo dosis de: cariño, complicidad, confianza, risas, etc. 
Pero debe tenerse especial cuidado porque, en cualquier momento, se derrama algo no indicado y se va todo el trabajo al traste.

El amor es uno de los aspectos humanos más complejos. 

El problema base es cuando se acaba, porque el amor, alguna que otra vez, acaba. Y aún peor es que siempre uno de los dos implicados acaba mucho más devastado que el otro. Es exactamente el que acaba más afectado por el huracán del amor el que tiene más difícil una solución. 

Aún así existe un remedio:

Llorar ríos, mares y océanos hasta que su alma expulse todo el dolor; unos amigos que siempre estén dispuestos a escuchar, abrazar, mimar, hacer reír o dar cariño hasta asegurarse de que las heridas del corazón están bien selladas; chocolate y otros alimentos compuestos por azúcar en cantidades indecentes; y, por último, reflexionar hasta recordar que, ante todo, el amor debe ser a uno mismo y después a los demás.



-a CFS

miércoles, 20 de julio de 2016

Reflexión instantánea

Es curioso cómo hace un año decía que eras mi ángel.
Pero es aún más curioso cómo, ahora, ni siquiera te digo.

Somos tan estúpidos que creemos que nos morimos por perder a alguien.

Sin embargo, eso sólo ocurre, porque nos olvidamos de que nuestro amor verdadero somo nosotros mismos. 
Mi máxima en la vida es no volver a olvidar que lo que más me importa en esta vida soy yo misma; que mi primera prioridad soy yo; y que no hay amor más profundo que el que yo misma debo tenerme.

Somos tan estúpidos que creemos que alguien muere por nosotros.

Nos creemos todas esas memeces de cuentos en las que los jóvenes enamorados mueren por el amor que se tienen.

Jamás el amor debería ser una excusa para algo injustificable.

Jamás los cuentos de princesa se cumplen.
Jamás si no te crees, realmente,
 la princesa de tu propio cuento.

miércoles, 13 de julio de 2016

Días de muerte

Hay días en los que es necesario reflexionar.


Hay días en los que, nada más abrir los ojos, tomas consciencia de que nadie está a salvo de la muerte en ningún momento. 

En esos días te planteas mil millones de cosas en las que gastas tu tiempo. Te replanteas hasta las cosas que más te apasionan en la vida.
Una persona sabia que conozco siempre dice que la reflexión y la meditación nunca está de más, de vez en cuando.
En esos días pienso tan intensamente y urgo tanto en todos y cada uno de los sitios de mi mente que, como no podía ser de otra manera, acabo liberando a los demonios sin darme cuenta.
Antes de que me de lugar a reaccionar estoy perdida.
Los demonios me agarran y empiezan su particular fiesta en la que se apoderan de mis sentimientos dejándome aturdida y sin lugar a dar marcha atrás no me queda otra opción que rendirme a sus crueles caprichos y dejar que se debiliten.
Y entonces encerrarlos.



Los demonios, al fin y al cabo, son míos.

miércoles, 6 de julio de 2016

Preparativos antes de partir

La ida es un hecho ya irremediable

Aún no consigo asimilar la idea de que en unos escasos meses voy a emprender la que será una de las mayores aventuras de mi vida.

No paro de pensar que me dejo una familia en mi preciosa Triana. 
Me da pánico saber que mis pupilas volverán a estar alejadas durante todo un curso. 
Se me quedará lejos también una ratoncilla poeta que va de un lado a otro arrasando mientras escribe. 
Me dejo mis sonrisas diarias de clase con la pena más grande del mundo. Tampoco me voy a poder llevar a un productor musical y cinematográfico que es un torbellino constante de creatividad y risas. 
Se me va media vida a otras partes del mundo a vivir la misma aventura.
Me cuesta pensar que será de mí sin mis hermanas. No me quiero imaginar cómo voy a hacer para que no notar tanto allí
 la ausencia de mis madres.
Y, sobre todo, me da pena dejarme otras muchas personas que quiero como a mi vida.


Sin embargo, lo que más miedo me provoca.
Lo que más temo es que, de repente, cuando vuelva, no me queden algunas o muchas de las personas que dejé. Me da miedo volver y no reconocer nada, porque todo ha cambiado.

lunes, 27 de junio de 2016

6 meses después

Buenos días España:

No sé el resto de tus habitantes, pero yo, a pesar de las elecciones, hoy te veo igual de bonita que siempre.
No obstante hoy no vengo a hablarte de tu extrema belleza de norte a sur y de este a oeste.
Hoy quiero decirte que no decaigas. LLevas 6 meses sin un Gobierno y, aunque empiezan a verse estragos, sigues fuerte.
España no olvides que has sobrevivido a muchas cosas, supongo que puedes sobrevivir a 4 estúpidos que no han sabido mirar más allá de sus escaños.
España, ahora dicen que van a empezar a mirar por ti. 
Ahora dicen que es evidente.
Dicen que no queda más alternativa.

España, preciosa, no abandones la lucha. Ahora vienen curvas, agárrate fuerte porque vas a salir y vas a salir pronto de esta. Ya la chiquillada terminó y ahora, espero, te tengan en consideración de una vez por todas.

Espero noticias buenas y pronto de tus cambios, amada mía.

miércoles, 8 de junio de 2016

La mentira

Decías amarme como al mar mientras ocultabas preferir la montaña

Pero sólo lo decías.
Creí ciegamente tu falsa verdad.
Quise asumir que era real.
Porque había algo que me insitía en que sería lo mejor.
Había algo que quería creerlo de verdad.
Había algo que me decía que tenía que creerte.
Bajé la guardia y te amé como sólo me había amado a mí.
Me olvidé de amarme para amarte.
Era tan fácil olvidar cosas para hacerlo.
Era tan bonito creer.
Eras la silueta del pecado y la octava maravilla.
Estuve tan cerca de alcanzarlo...
Pero qué estúpido fuiste.
Qué malvado fuiste.
Me dijiste que me amabas como el mar.
Me dijiste que yo era tu sirena.
Pero te sorprendí en una montaña haciendo senderismo, con otra caminante.

miércoles, 1 de junio de 2016

Mirada huída

Conocí tu mirada en un día de primavera convertido en otoño.

Ese día tuve el placer de ver tus ojos, por primera vez.


Conocí a tu mirada en circunstancias normales.
Sin embargo, después de tantas miradas, la tuya, fue demoledora.
Con sólo un cruce conmigo me redujo a cenizas.
Tu mirada de cielo me ha derrumbó por completo.
Me mató de pena.
Me resucitó y me elevó al paraíso.
Allí, tus ojos, me contaron tus heridas.
Me dieron los partes médicos de las bajas amorosas.
Me metieron a un despacho, con informes, para entender tu vida.

Me fui a casa tras una larga jornada observando las idas y venidas de tus ojos con otros ojos que no habían sido nunca los míos.
Con otros ojos con los que nunca llegó a ningún final feliz.
Antes de dormir, ponían en la tele la historia de tu pena, la versión resumida.
Para terminar de entenderlo todo, decidí verla.
Acabé llorando como una magdalena hasta quedarme dormida.
Resulta, que la de tus ojos, es la historia más desgarradora del mundo.
Resulta, que tu mirada, ha pasado por verdaderas calamidades.

Pero, al sonar la sirena, tu mirada cambio de rumbo.
Se me acabó el efecto hipnotizante.
Y tu mirada, se fue en busca de otra, a la que contarle lo que yo ya había visto.
Tu mirada se fue sin darme tiempo a ser yo quien cambiara su historia.

Tu mirada se dio a la fuga.
Desde entonces, está en busca y captura.


miércoles, 25 de mayo de 2016

Brisa de verano

No hay sensación más agradable que dormir.
Pero dormir en verano.
Dormir con la ventana abierta para que entre la brisa más aterciopelada del año.
Dormir, mientras el aire, te acaricia la espalda; te refresca el rostro y te hace cosquillitas en los brazos.
El aire te canta una nana bajito o te recita el más precioso de los sonetos de Neruda mientras viajas hacia Morfeo.
La brisa te recrea en el atardecer de verano en el que aprovechas el último ratito de luz para leer acompañada del canto del mar.

La noche de verano es éxtasis para los sentidos.

Durante unas horas, 
nos eleva al Olimpo,
 nos hace dioses griegos 
y nos complace con 
ambrosía y arte clásico.

Durante unas horas, 
nos devuelve a forma 
de bebé mientras nuestra 
madre nos mece en sus brazos.

Durante unas horas, 
nos volvemos brisa y  
viajamos por el mundo 
en búsqueda de nuestro 
amor para acariciarle
 y refrescarle en la 
noche de verano.