miércoles, 9 de noviembre de 2016

Esta vez gané yo

Te habría seguido a cualquier lado.

Te habría dado las razones que necesitabas para seguir junto a mí.
Me habría tragado mi orgullo dos cientas veces más. 

Te juro que hubiera sido así. 

Y, aunque no me creas,
     puede que yo sea la única persona que jamás te ha mentido.             
          
Podría poner la mano en el fuego por el amor y la lealtad que te tuve un día y no me quemaría.

Fuiste tan idiota que rechazaste tanto por nada. 
Y, por tu culpa, yo perdí pero también gané.

Gané en mí misma. 

Sí, gane yo, lo creas o no. 
Yo gané por todo lo que he ido aprendiendo.

Aprendí a lamerme mis heridas y a recomponerme. 
Ahora sé no confiar en cualquiera.

Me enseñaste que no debo esperar nada de nadie, porque esperando me puedo morir. 
También aprendí que no hay que poner la mano en el fuego por nadie.

¿Sabes por qué?

Porque quien juega con fuego, se quema.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

La diferencia

 Siempre he tenido unos gustos diferentes y 
unas preferencias de ocio poco comunes.

Desde pequeña sé disfrutar y valorar estar en mi propia y exclusiva compañía. 
De hecho, aunque me considero extremadamente sociable, siempre he marcado mi espacio y tiempo personal como algo sagrado.
Pero eso me convierte en "rara", ya que no es muy común eso de llevarse tan bien con uno mismo, tal y como yo me llevo conmigo misma. 

Siempre he disfrutado de una tarde de lluvia con una mantita y un buen libro o una buena peli;

de un atardecer en septiembre junto a la orilla del mar;

de tumbarme con cascos y oir música tras un día de estrés;

de las sonrisas sinceras que me regalan mis seres queridos;

de los detalles tan pequeños como un "te quiero" en el espejo;

de la brisa de las noches de verano;

del olor a chimenea o a tierra mojada...

Siempre me ha gustado sentarme de espalda al sol en otoño para sentir su frágil calidez treparme por las vértebras, a la vez que la brisa fresca me roza la cara.

Jamás podré explicaros lo que me inspira sentarme a leer o escribir en cualquier banco de cualquier parque mientras oigo a la naturaleza que me rodea.

No obstante, jamás me he autodenominado "rara", de hecho, no creo que lo sea. Yo me considero "diferente".

Lo raro es que el resto de gente 
no se permita difrutar tanto 
como yo de lo que realmente les gusta.

miércoles, 26 de octubre de 2016

Hacia la naturaleza

Quién soy yo para negarme el capricho de sentir el aire acariciar mi piel.

Cómo iba a privarme de aprovechar este espléndido Sol que me mima con cada uno de sus rayos otoñales.

A veces, me siento un poco como un ser fotovoltaico, sobre todo, en invierno cuando las nubes quieren dejar en segundo plano a Lorenzo con sus incesantes lluvias, fruto de los celos que le provocan este.

Si pudiera describir a la perfección la naturaleza cuando me rodea y lograra que sintierais mi sol en vuestra piel, yo ya sería del todo feliz. Pero es que es tan grande lo que veo, lo que respiro, lo que siento que no logro encontrar las palabras para que lo entendáis.

Se me hace difícil asimilar cómo en medio de una enorme ciudad como es Múnich pueden existir lugares tan mágicos y tan naturales 

con sus lagos llenos de patos y cisnes; 

con frondosos árboles perdiendo sus hojas por el paso del invierno; 

con esta brisa que invita a quedarse para siempre; 

con esta paz que emana en cada centímetro, 

que en conjunto hacen que este lugar idilico acabe con toda mi tinta y mi papel.

 Mires a donde mires ves un tono verde vital y lleno de energía.

No os lo he dicho, pero hoy desperté con ganas de naturaleza 
y con un bolero en mi cabeza.            


Y ¿quién soy yo para negarme semejante capricho?

miércoles, 19 de octubre de 2016

El animal más inepto

"Somos adictos a lo que nos destruye".

No suelo ser rotunda pero estoy absolutamente de acuerdo con la cita.

Somos tan estúpidos, todos, que nos enganchamos a la rama más frágil del árbol, sabiendo que es la que menos va a aguantar de todas y que se va a romper dejándonos en el suelo con un buen porrazo.

Nos apasiona, o al menos eso parece, partirnos y desquebrajarnos una vez tras otra. Nos encanta equivocarnos pero sin aprender nada del error.

Y que el ser humano se crea por encima de otras especies animales por el mero hecho de hablar 
y sociabilizar...                        
me parece, cuando menos, el error más grave.

Al fin y al cabo, somos los más tontos. 
Pues, cualquier animal simple aprende de un porrazo, de un error. 

Pero nosotros no, 
nosotros necesitamos reventarnos una vez tras otra, 
llegar al fondo para pararnos a hacer balance y decir:
                                                            "hasta aquí" o "nunca más".

Y es que, estaba claro que 
no íbamos a ser la raza perfecta.
Pero ya podríamos ser menos tontos 
y aprender a la primera.

miércoles, 12 de octubre de 2016

Una vez tras otra


Y volví a intentarlo.

Una vez más,
 cual idiota, 
traté de volver
 a buscarte.
Una vez más, 
en un momento de debilidad,
 traté de volver a encontrar
 una respuesta tuya.
Una jodida vez más,
otra vez,        
intenté intentarlo.
Será que cuando me autodestruyo 
      olvido de que tú ya no estás 
para recomponer mis cenizas conmigo 
       y llevarme de la mano
     mientras sano mis heridas.
Será que cuando yo misma me odio
creo que lo mejor es buscar a quien siempre
 me ayudó a volver a mí.

Será que con los años

 en vez de avanzar   
me estanco en      
 empeñarme en que tú
 vas a volver      
para ayudarme.  
Será que no sé cómo hacer para no destruirme yo sola.
Será que no estoy preparada tras tanto tiempo sin ti.

Cuando vuelvo en mí y veo que he vuelto a llamar a tu puerta
 y no me has abierto...

Me vuelves a decepcionar.           

Me vuelves a defraudar.
No tendrías que haberte ido sin explicarme cómo tratarme a mí misma, como tú lo hacías.

Ese fue tu peor castigo,
 pues sé que será difícil que 
alguien más sepa cómo hacerlo
 y tú pareces de hierro 
porque sé que no tienes pensado
 explicarme cómo hacerlo.
De hecho, sé de sobra,
que nunca lo harás.

miércoles, 5 de octubre de 2016

Vuelve otoño

Hoy el otoño llama a la puerta.


Pues, amanece lloviendo sobre mojado.

Abro la ventana y puedo oler la lluvia, 
                           mientras siento esa brisa fresca que tiene el otoño cuando llega.

Hoy, me despierto con ganas
 y la brisa 
                                             y el agua de otoño 
me dan más fuerzas.

Hoy doy mi más sincera bienvenida a una estación preciosa acompañada de hojas secas de los árboles, lluvias y temperaturas más frías.
En cuanto al invierno 
espero ansiosa su llegada,
 pues está vez traerá nieve.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Sol y Luna

Lo nuestro es un amor a distancia:
como la noche y el día.
Es más, tenemos el mismo problema:

cuando apareces no estoy y,
cuando estoy no apareces.
¡Ay, Amor nocturno! que sales
tan orgulloso como tu luna.
Apareces tan brillante como tus estrellas
Mas jamás podremos encontrarnos.

Pues el sol jamás me dejará 
mudarme a tu luna.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Amor nocturno

No hay amor más verdadero
que el de la noche de verano.
Mas no cualquiera lo percibe.

La noche de verano envuelve
con sus brazos oscuros de lunares brillantes.
Te envuelve con la pasión del que ama
y te deja acurrucarte estudiando sus estrellas.
Desde las dunas de arena y con su luna

te arropa y mima, la noche.

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Reina Luna


Nada más precioso hay
a lo largo del firmamento
que la reina Luna.
¡Ay! Luna que reinas
con tu blanco nácar,
con tu sonrisa eterna.
¡Ay! Luna que presides
el cosmos con tu resplandor.
 Luna, luna, luna, dime qué haría

 si no te viera yo.                    

miércoles, 17 de agosto de 2016

Me niego


Me niego.

Me niego a ser un fantasma de tu pasado.
Me niego a que seas un fantasma de mi pasado.
Me niego a que me hagas cenizas.
Me niego a que no quieras que sea más 

que una foto de una red social de hace trillones de semanas.
Me niego a que me reduzcas a un mal recuerdo.
Me niego a la injusticia de esta historia.
Me niego a asimilar que no vayas a seguir salvando mi vida.
Me niego a ser un bache en tu camino.
Me niego a que jamás se cumplan los planes de futuro que un día hicimos.
Me niego a que me veas y ni me mires.
Me niego a que me veas y no me sonrías como siempre.
Me niego a que un día ni me reconozcas.
Me niego a prescindir de tu compañía.



Me niego.
Me niego a que te olvides de mí.