Hace tantos años que llegó a mi vida...
Que la verdad es que ya he perdido hasta la cuenta.
Y yo... yo la veo a ella.
Podría estar hablando de mi madre o mi abuela, pero no.
hablo de ella, mi amiga,
mi compañera de locuras,
de vida,
de risas,
de aventuras,
de piso y
de penas...
me apoya,
me coloca las alas,
me ayuda a ver más claro el camino...
Cuando me tiene que reñir, lo hace
pero siempre recordándome que lo importante no es la caída
sino como aprendes de ella,
cómo vuelves a levantar.
Mi amiga, a quien le llamo de mil formas,
con quién canto y bailo sin miedo.
el abrazo que me devuelve la paz,
la sonrisa que cura,
la voz que necesito cuando me pierdo...
que, por desgracia, pasa más de lo que me gustaría.
Ella es quien viene a verme esté donde esté,
con quién hago planes para dentro de 50 y 60 años porque sé
que la vida dará muchas vueltas
pero nosotras estamos tan fuerte cogidas de la mano
que no hay nada que nos pueda separar.
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