lunes, 27 de junio de 2016

6 meses después

Buenos días España:

No sé el resto de tus habitantes, pero yo, a pesar de las elecciones, hoy te veo igual de bonita que siempre.
No obstante hoy no vengo a hablarte de tu extrema belleza de norte a sur y de este a oeste.
Hoy quiero decirte que no decaigas. LLevas 6 meses sin un Gobierno y, aunque empiezan a verse estragos, sigues fuerte.
España no olvides que has sobrevivido a muchas cosas, supongo que puedes sobrevivir a 4 estúpidos que no han sabido mirar más allá de sus escaños.
España, ahora dicen que van a empezar a mirar por ti. 
Ahora dicen que es evidente.
Dicen que no queda más alternativa.

España, preciosa, no abandones la lucha. Ahora vienen curvas, agárrate fuerte porque vas a salir y vas a salir pronto de esta. Ya la chiquillada terminó y ahora, espero, te tengan en consideración de una vez por todas.

Espero noticias buenas y pronto de tus cambios, amada mía.

miércoles, 8 de junio de 2016

La mentira

Decías amarme como al mar mientras ocultabas preferir la montaña

Pero sólo lo decías.
Creí ciegamente tu falsa verdad.
Quise asumir que era real.
Porque había algo que me insitía en que sería lo mejor.
Había algo que quería creerlo de verdad.
Había algo que me decía que tenía que creerte.
Bajé la guardia y te amé como sólo me había amado a mí.
Me olvidé de amarme para amarte.
Era tan fácil olvidar cosas para hacerlo.
Era tan bonito creer.
Eras la silueta del pecado y la octava maravilla.
Estuve tan cerca de alcanzarlo...
Pero qué estúpido fuiste.
Qué malvado fuiste.
Me dijiste que me amabas como el mar.
Me dijiste que yo era tu sirena.
Pero te sorprendí en una montaña haciendo senderismo, con otra caminante.

miércoles, 1 de junio de 2016

Mirada huída

Conocí tu mirada en un día de primavera convertido en otoño.

Ese día tuve el placer de ver tus ojos, por primera vez.


Conocí a tu mirada en circunstancias normales.
Sin embargo, después de tantas miradas, la tuya, fue demoledora.
Con sólo un cruce conmigo me redujo a cenizas.
Tu mirada de cielo me ha derrumbó por completo.
Me mató de pena.
Me resucitó y me elevó al paraíso.
Allí, tus ojos, me contaron tus heridas.
Me dieron los partes médicos de las bajas amorosas.
Me metieron a un despacho, con informes, para entender tu vida.

Me fui a casa tras una larga jornada observando las idas y venidas de tus ojos con otros ojos que no habían sido nunca los míos.
Con otros ojos con los que nunca llegó a ningún final feliz.
Antes de dormir, ponían en la tele la historia de tu pena, la versión resumida.
Para terminar de entenderlo todo, decidí verla.
Acabé llorando como una magdalena hasta quedarme dormida.
Resulta, que la de tus ojos, es la historia más desgarradora del mundo.
Resulta, que tu mirada, ha pasado por verdaderas calamidades.

Pero, al sonar la sirena, tu mirada cambio de rumbo.
Se me acabó el efecto hipnotizante.
Y tu mirada, se fue en busca de otra, a la que contarle lo que yo ya había visto.
Tu mirada se fue sin darme tiempo a ser yo quien cambiara su historia.

Tu mirada se dio a la fuga.
Desde entonces, está en busca y captura.