Hay días y días...
Y he notado que nada es del todo bueno o malo, recientemente.
Me he percatado de que aunque sea un día bueno, siempre va a tener su tono de amargo.
Pues, siempre hay un pero.
La situación agrava cuando encima extrañas a personas, cuando echas en falta a personas.
Y es que hay días que están hechos para ser compartidos no sólo con la familia que te ha tocado, también con la que eliges.
Son elecciones que vas llevando a cabo durante toda tu vida.
Son elecciones difíciles. Pues, un amigo, uno de verdad, no es fácil de encontrar.
Los amigos son personas a las que confías tu vida y tu alma.
Lo hacemos con la única esperanza de que quieran y sepan cuidarlas y valorarlas como suyas.
No es fácil encontrar amigos que lo hagan de verdad.
Buscas y vas topando con más gente que personas.
Buscas y sufres traiciones, deslealtades y ves como pisotean todo lo que les confiaste erróneamente.
Pero acabas encontrando a los tuyos.
A tus verdaderos amigos.
A los que no cambiarías por nada.
A los que quieres en todo momento a tu lado.
A los que te duelen como si fueran realmente tu sangre
Porque si algo no podemos negar es que los amigos, son familia.
La familia que elegimos.
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