Se nos llena la boca hablando de errores ajenos.
Como si alguien se salvase de la maldición del error.
Cometemos errores por defecto.
Al ser humanos, traemos de serie esa pequeña manía de equivocarnos.
Somos los únicos seres que tropezamos siempre con la misma piedra.
Nos equivocamos, constantemente.
El problema está en que, en general, todos sabemos que nos equivocamos.
No obstante, no aceptamos los errores de los demás.
No somos capaces de perdonar las equivocaciones de los demás.
Convertimos en gente a las personas por el mero hecho de que se han equivocado.
No aceptamos que el resto tambien son personas.
No entendemos que todos tenemos el derecho de equivocarse.
No valoramos que debemos equivocarnos, pues no hay otra manera de aprender.
No vemos lo necesario que es equivocarse.
Sin embargo, no perdonamos a los demás cuando se equivocan.
Y ese es otro error, no perdonar a tiempo.
Pero, algo he de decir, somos tontos, pues deberíamos ponernos en la piel del otro.
Pero, solo digo que "quien esté libre de pecado que tire la primera piedra".
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