Yo elegí ser suicida en el momento
en el que me quise meter por primera vez en tu mirada.
Elegí serlo cuando me abriste la puerta al abismo de tus miedos y decidí pasar.
Qué idiota, un abismo
siempre es un abismo.
Quise hacer un puente hacía mí para que dejaras de caerte una y otra vez ahí,
para evitarte más daño autoinfringido,
para evitar que te siguiera doliendo.
coger tu corazoncito hecho pedazos,
hacer el rompecabezas sin instrucciones
y una vez unidas las piezas remendarlo con amor y comprensión,
pues, a fuego lento se cocina mejor.
Elegí ser suicida,
me olvidé de protegerme
mientras te protegía
y lo hice por ti.
Siempre lo hice todo por ti.
Pero ahora creo que eso no lo justifica.
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