Coincidíamos en tantas cosas que estaba segura de que iba a salir todo bien.
No puede salir mal algo cuando hay un porcentaje de cosas en común tan grande....
No podía evitar estar segura porque cada vez que te miraba a los ojos algo me decía:
"Calma, aquí vas a estar bien. Tranquila."
Y es curioso porque tú eres un terremoto,
pero me calmas.
Eres un terremoto
pero te calmo y te acurrucas en mi abrazo protector
para calmarte y refugiarte de todo.
Una vez me dijeron:
"Quédate con quien te haga reír. Cierra los ojos, piensa quién es la última persona que te ha hecho reír hasta dolerte... ¿Lo tienes? Mírale a la cara y no le dejes marchar"
Y estaba claro, sólo podías ser tú, no podía ser nadie más.
Reír contigo es una auténtica explosión de felicidad.
Eres tú, con ese corazón (tan precioso como tu carita)
con esos nervios implacables
con esas ganas de comerte el mundo...
eres tú quien quiero a mi lado
pase lo que pase
o sea donde sea.
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