Quiero que te quedes.
Ya que llegaste, lo suyo es que te quedes.
Pero no te quedes porque yo te lo pido.
Quédate porque lo sientes así, porque no ves vida sin tenerme.
Quédate porque me quieres.
Quédate porque me necesitas.
Quédate sin pensar en el qué pasará.
Quédate porque sí, porque te da la gana.
Se egoísta y quédate sólo mientras quieras hacerlo.
Y teniendo la posibilidad de estar en cualquier otro lado y de no ser de nadie, que prefieras quedarte tumbada conmigo a observar nuestra luna y ser solo mía; aunque yo quiera que seas del mundo para que sepan el diamante que eres.
Quédate porque no ves más allá de estar a mi lado.
Me quedaré mientras te siga queriendo cada día más y más.
Me quedaré mientras me sigas inspirando.
Pero lo más importante:
me quedaré hasta que
me obligues a irme porque
sé que sin ti no puedo vivir
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