El destino y la distancia son esos dos malditos que están aliados en nuestra contra.
Nuestros enemigos
La distancia se empeña en tenerlos lejos.
es tan fuerte que sabemos evitarlos
y que hacemos malabares para volver a unirnos.
Tú estas siempre conmigo...
por muy lejos que estés.
Yo te puedo sentir a mi lado siempre que quiera,
es tan fácil como cerrar los ojos y pensarte.
Nosotras podemos reducir las distancias por skype,
que nos ayuda a olvidarnos por un rato lo lejos que estamos.
Nosotras podemos surcar los cielos y la tierra
para darnos caza la una a la otra,
para volver a reír juntas.
Y la mejor recompensa es ver tu despertar y tus risas inagotables.
El destino es aún más despiadado,
él me obliga a quedarme aquí
mientras tu desplegas tu alas
para volver a nuestra ciudad
a empezar a comerte el mundo.
Me obliga a quedarme cuando yo
me iría ya a tu lado al fin del mundo.
Ahora, mi niña, como tú ya sabes:
sin miedo, abre tus alas y espérame
en cualquier parte del planeta;
que yo iré por ti
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