Te escribiría cartas hasta acabar con todos los sobres existentes del
planeta.
Podría escribirte en cartas todo lo que siento,
todo lo que (te) necesito,
todo lo que me inspiras…
Podría poner por escrito,
con mi
puño y letra,
todas esas
palabras que nunca te he dicho
junto con las que te repito
tres
millones de veces cada día
y, aún así,
nunca habría terminado de escribirte
porque acabaría inventando palabras
para que nunca terminara
Podría terminar todos los cuadernos,
colapsar todas mis nubes de documentos
todos los discos duros
todos los USB
y todo aquello donde se pueda almacenar lo que escribo
sólo escribiéndote a ti.
Qué maravilla, ¿no?
Podría escribirte,
sin ánimo de recibir ni una letra de tu parte
o poniéndole tanto amor
que necesitaría tu respuesta
antes de haberla mandado.
Podría escribirte cartas con poemas,
con cuentos,
con canciones
o, incluso,
con capítulos de novelas...
Soy de ese tipo de personas
que, aún, escriben cartas
para evitar que mis palabras
se las lleve el viento
que, aún, escriben cartas
para evitar que mis palabras
se las lleve el viento