miércoles, 18 de marzo de 2015

Como la vida misma


Te das cuenta de que la vida es realmente maravillosa.


Al fin, ves el sol tras la tormenta. Como dice la canción: “Qué bonita la vida", y qué gran verdad que es, pues la vida es preciosa.
Te das cuenta de esto con las buenas noticias; en los buenos momentos... y no nos damos cuenta de que los malos son estrictamente necesarios para que realmente disfrutemos los buenos. Y, de esta manera, nos maravillemos ante tan preciosas causas que nos provocan una subida de alegría y energía tales que podrías incluso volar, de hecho, notas como si flotases entre nubes,  como si fueras un ser etéreo, como si levitases...


Y notas lo bien que te sienta la felicidad y ves cuan necesaria ha sido la tristeza para que ahora valores esto; para que valores las cosas buenas y sonrías, con buen motivo, y no para esconder la tristeza. Así como lo haces cuando algo te atormenta o te ha quitado la felicidad de golpe, así, porque sí.
Llámalo Dios, kharma, destino, energía... o como quieras, pero yo lo llamo VIDA, y la vida ahora vuelve a sonreír. 


O, mejor dicho, a sonreírme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu granito de arena