Pero no hambre de comida
Tengo hambre de viajar
Hambre de volar
Hambre de mundo
y de comérmelo
entero
Hambre de nuevas historias
Hambre de viajes sola
de viajes acompañada
y viajes con los de siempre
Tengo hambre de viajes de reencuentro
Tengo hambre y, cada vez que viajo, mi hambre aumenta
Es como una droga cada vez que
embarco en un avión o cojo un tren.
Cada vez que viajo aumentan mis ganas.
Cada vez me cuesta más quedarme en tierra,
ahora que sé lo que es tener alas...
Digamos que la palabra germana "Wanderlust"
define medianamente bien lo que me ocurre
porque me paso la vida con ganas de recorrer el mundo,
porque muero por viajar.
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