Y ahí estábamos...
Tú y yo
Yo y tú
Nosotros.
Solos, pero rodeados de gente.
Nos pasaba mucho, en cualquier parte, formaba parte de tu magia...
No sé como lo hacías, pero
de repente desaparecía todo lo que no fueras tú.
Recuerdo aquella vez, nosotros dos en un autobús repleto, tanto que estábamos más cerca que nunca.
Te miraba a los ojos y tú me devorabas con los tuyos...
Y se me olvidó que había más gente y te besé el cuello
y me tocaste la espalda por dentro de la camisa.
Y nos besamos...
cómo si ya estuviéramos en casa y nos saltamos como 5 paradas.
Entonces se convirtió en nuestra ruta preferida.
Después se volvió la que nunca más usé.
Nunca más he entrado en esos autobuses desde que te fuiste, es demasiado doloroso revivirlo.
¿Por qué duelen tanto recuerdos tan felices?
¿Será porque sabemos que no los vamos a vivir?