Hola viejo gran desconocido:
así que me temo que esta es la (pen)última vez que me despido de ti... 
pues nunca se puede decir que la última, o eso dicen.
A ti todo te fue indiferente a tu marcha (o, incluso, antes).
Pero a mí me ha costado una regeneración a corazón destrozado por reparar;
 muchas cosas que dejar en la basura y muchos recuerdos que amaestrar.
Como te decía,
 ya me eres indiferente.
Aunque debes saber que lo que fue nunca me será indiferente.
Y debo decirte que me hiciste muy feliz y que me diste recuerdos maravillosos...
pero también me hiciste infeliz y me dejaste recuerdos espantosos; 
aún así, me quedo con lo bueno, 
lo malo lo dejo para tu estúpida 
decisión de marcharte.
porque me queda,
pero me queda lo bueno.
Al fin y al cabo, lo malo sólo me hacía daño.pero me queda lo bueno.
Me quedo con fuimos y con aquellos nosotros. 
Y, ahora, quedate tú contigo 
que yo me encargo de mí.
que yo me encargo de mí.