miércoles, 10 de mayo de 2017

Un Pollito con caparazón-escudo

Yo conocí a un Pollito que se había hecho un caparazón-escudo.

Con su apariencia frágil y tierna, 
solito se hizo una defensa 
a prueba de traiciones y mentiras.

Es el Pollito más lindo que he visto jamás 
y, tal vez, 
el más duro.

Quizás eso fue por lo que me marcó tan fuerte con su pequeña huella.
Quizás es por todo lo nuevo y diferente que me aporta, 
o por su manera tan bonita de comprenderme.
Quizás tenga razón cuando dice que nos necesitábamos y 
que fue por eso por lo que la vida nos unió.

El Pollito y yo nos parecemos muchísimo, 
pero a la vez somos muy diferentes, 
lo que hace magnífico cualquier momento que pasamos.

Mi Pollito es un regalo, 
mi pequeño gran regalo, 
porque sabe de magia y de poesía.

Mi pollito es una especie en extinción, 
pero no os preocupéis,             
que ya me encargo yo             
de cuidarlo y quererlo como merece.

Yo conocí a un Pollito que tenía un caparazón escudo, 
aprendí a quererlo,                      
me hice un hueco en su vida   
y lo resguarde en mi corazón.

Ahora es un Pollito dentro de un corazón protector 
                                                   con un caparazón-escudo.

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