Llegará el momento en el que te des cuenta.
En el que te des cuenta, de una maldita vez, 
 de que tu sitio es junto a mí...
de que tu corazón pertenece al mío
de que la primavera no vuelve si no estás junto a mí...
y te empeñas en buscar en otra lo que el destino ya te dijo que sólo puedes tener conmigo.
con las que no puedes tener ni un efímero futuro
y juegas a hacerme daño mientras yo sé
que acabarás volviendo con el rabo entre las piernas
porque tus ojos chivaron a los míos
que tú corazón sigue luchando contra ese maldito e g o tuyo.
Y ¿Sabes qué?
Yo me acabaré cansando de tus juegos
y dejaré de sufrir por tus tonterías
y llegarás tú
y creerás que caeré a tus pies...
Pero te equivocas, 
ahí jugaré yo y probarás tu propia medicina 
y haré que casi pierdas la poca cordura que nos caracteriza 
y después volveré a ti 
y te diré que había sido sólo un juego, 
como los tuyos.
Y, ahí, con los marcadores de nuevo a cero, 
empezaremos a contar y a construir una vez más
 la primavera y una eternidad real, j u n t o s.
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