Si estás leyendo esto puede que ya haya muerto...
Si estás leyendo esto puede que tus ausencias ya me hayan causado un paro cardíaco.
Seguro que te preguntarás cómo y es sencillo...
Déjame que te lo explique:
cuando un corazón encuentra un motivo para latir, 
se acostumbra  y se lo quitan de repente... 
Sobrevive un tiempo, a base de cuidados intensivos,
pero finalmente se para,
se rompe.
Y seguro que te preguntas como ha sido la muerte... 
ha sido dolorosa, agonizante 
soportando a un corazón que no quiere estar en mi pecho,
si no está el tuyo al lado siguiéndole el ritmo.
Agonizando, 
sin poder respirar porque ya nada huele a ti... 
Ni siquiera ese marcapáginas que pusiste, intencionadamente, en mi libro favorito.
La muerte por ausencia, que aún no está estudiada, es dolorosa y se puede evitar... 
Pero la mayoría de las veces no se le encuentra solución
porque, en algunas situaciones,
la cura se escapa,
como tú.